Consejos básicos para elegir bien tus samples.



Photo by Pixabay on Pexels.com

Cuando usas samples, siempre es mejor que inviertas tiempo en escoger los más adecuados al principio, de lo contrario puedes acabar apilando plugins para intentar que los sonidos funcionen bien. Como podrás imaginar, los resultados de esto no suelen ser satisfactorios.

Tenemos tres consejos básicos para que aciertes en la selección de tus samples fuente, no referidos a su tipo o estilo, sino a ciertos detalles de forma y calidad que simplificarán tu vida creativa posteriormente.

  1. Pon mucha atención cuando busques samples.

Cuando busques y selecciones sonidos, escúchalos con detenimiento. Puede haber elementos escondidos, que podrían resultar peligrosos, como un aumento de graves al final de la muestra de bombo, por ejemplo. Cuando se tienen muchos sonidos así, el efecto acumulativo puede restar definición a la mezcla; es mejor eliminar las áreas problemáticas desde el principio. Sin embargo, no apliques una regla estricta, ya que estos detalles también pueden aportarle cierto carácter al sonido, y en algunas ocasiones no conviene que seas tan radical en la eliminación.

  1. Corta bien los samples.

Asegúrate de que los samples acaben donde, y como deben. Por ejemplo, algunas cajas pueden tener una cola de reverb que enturbia la mezcla -elimínala si no funciona. Siempre podrás aplicar tu propio efecto después. También, comprueba que no haya un “hueco” al principio de la muestra, que modifique su posición en la rejilla.

  1. Usa samples con buena calidad.

Y como algo fundamental, los samples deben tener una frecuencia de muestreo mínima: no deberías usar nada que esté por debajo de 44.1kHz a 16bit (WAV o AIFF). Archivos con una calidad menor, o MP3, no son adecuados a no ser que busques un toque lo-fi, o se trate de un sonido indispensable que no encuentres en otro formato.

Deja un comentario